domingo, 22 de mayo de 2016

Stephen Hawking sobre su formación

En su sucinta autobiografía, Stephen Hawking comenta sus años de formación y su inclinación por la física y las matemáticas. Sorprende la seriedad con la cual asume su vocación, siendo apenas un adolescente.
Cuando llegué a los dos últimos cursos escolares quise especializarme en matemáticas y física. Había un profesor de matemáticas brillante, el señor Tahta, y además el colegio acababa de construir una nueva sala de matemáticas que el departamento utilizaba de aula. Sin embargo, mi padre se oponía con rotundidad porque pensaba que no había trabajo para los matemáticos más que como profesores. En realidad le habría gustado que hubiera estudiado medicina, pero yo no mostraba interés alguno en la biología, que me parecía demasiado descriptiva y no lo bastante esencial. Además, en el colegio no gozaba de gran prestigio. Los chicos más inteligentes hacían matemáticas y física, y los menos listos, biología.
Mi padre sabía que no iba a estudiar biología, pero me obligó a estudiar química y sólo un poco de matemáticas. Pensaba que así mantendría abiertas mis opciones científicas. Ahora soy profesor de matemáticas, pero no he recibido educación formal en esa disciplina desde que abandoné el colegio St. Albans a los diecisiete años. He tenido que aprender lo que sé a medida que iba avanzando. Supervisaba a estudiantes universitarios en Cambridge y sólo iba una semana por delante de ellos en el curso.
La física siempre fue la asignatura más aburrida del colegio porque era muy fácil y obvia. La química era mucho más divertida, porque no paraban de ocurrir cosas inesperadas, como explosiones. Sin embargo, la física y la astronomía me ofrecían la esperanza de comprender de donde veníamos y por qué estamos aquí. Quería entender las profundidades del universo. Tal vez lo haya conseguido hasta cierto punto, pero aún quiero saber muchas cosas. (Hawking, S.; Breve historia de mi vida. Barcelona, Crítica, 2014; p. 34-6) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario